En la oficina, en una cita, en el súper, en todos lados, todo el tiempo, nos encontramos contando e intercambiando historias de experiencias propias y otras… bueno, no tan propias. El punto es que hoy en día con la masividad y el alcance de las redes sociales no solo tenemos el poder de contar nuestras historias o conocer la de los demás, sino que también buscamos poder vivir la misma experiencia de eso que vemos o escuchamos, acá entra en escena el storydoing. Pero, ¿qué es? En pocas palabras, podríamos decir que es una estrategia que busca contar una historia al igual que el “storytelling”; a esto se le suma el desafío de involucrar al público, transformando la narrativa de nuestra marca en experiencias tangibles.
¿Qué diferencias podemos encontrar en comparación con el storytelling?
El storydoing es una evolución natural del storytelling. La diferencia principal, la encontramos en el propósito que tiene cada una de estas estrategias. Mientras una tiene como objetivo comunicar un relato, la otra se centra en crear experiencias memorables que involucren a los consumidores, que les permita sentir que la marca se preocupa por ellos.
La clave está en que el público pasa a ser el protagonista activo de ese relato que queremos comunicar. Un ejemplo super claro: por el 60.° aniversario de su icónico modelo Bic M10, la marca de lapiceras le dio a sus clientes la oportunidad de pagar con su creatividad e imaginación. Bajo el lema «Pay With Creativity», Bic abrió dos tiendas temporales en las que repartieron billetes en blanco sobre los que los clientes debían dibujar para poder utilizarlos y comprar lo que ellos quisieran.
Ahora bien, ¿cómo conseguimos que esta estrategia conecte a la marca con la audiencia?
En primer lugar, es importante saber dónde se encuentra nuestra audiencia, qué les preocupa, qué buscan dentro del entorno de la marca y fuera de él. Podemos hacer un esbozo de nuestro customer journey, entender sus lugares de encuentro (digitales y físicos). Una vez hecho esto, será más claro el camino para encontrar una experiencia única a través de la cual podremos transmitir el mensaje de la marca, ya que sabremos cómo, dónde y cuándo comunicarnos con nuestros consumidores.
El público actual anhela conexión, autenticidad y compañía virtual. Aquí es donde los influencers cobran protagonismo ofreciendo a las marcas la oportunidad de construir relaciones más profundas con sus clientes, ellos son los ✨storydoers✨.
Storydoers, nuestros aliados. El trabajo en colaboración con influencers o creadores de contenido, nos brinda un diálogo más natural y auténtico entre la marca y el público, fomentando un sentido de conexión y experiencia compartida. De esta forma como marca podemos ir más allá de nuestra industria inmediata y asociarnos con creadores que poseen una audiencia que confía en ellos y con los que interactúa, lo cual amplía nuestro alcance y genera confianza basada en vínculos positivos ya existentes.
En conclusión, con la reorientación de las nuevas generaciones sobre sus consumos y la evolución de las redes sociales, con formatos que impulsan cada vez más la interacción entre los usuarios, el storydoing se consolida como una herramienta fundamental. Esta estrategia nos otorga múltiples beneficios como el aumento del impacto y la visibilidad, favoreciendo la participación y el diálogo. A su vez, esta mayor participación del público permite una mejor conexión emocional generando mayor confianza y lealtad.
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